Llego a casa, ya es tarde...
Llego odiando que siendo rehén de
mi mirada
pagaras tu rescate y te marcharas,
que te llevaras contigo mi alegría
entre aquellas viejas maletas
de
promesas incumplidas.
Llego odiando el frío de la noche
por recordarme que nada me daba más calor
que tus abrazos.
Llego odiando la
noche en sí,
pues no es más que el
preludio de seguir soñándote,
esta vez dormido.
Odio el sol que mañana entrará por la ventana
que pondrá en evidencia que amanecí
sin más compañía que mi almohada
y tu recuerdo.
Odio que mis labios se pregunten
el porque ya no te besan.
y que mis ojos ya no sepan ver
más allá de tu ausencia.
Del amor al odio……