lunes, 17 de noviembre de 2014

'C' de mujer y su ciudad...

Me dice que esta feliz.
Hacía ya tiempo que no se lo escuchaba decir,
quizás porque nunca le gusto mentir.

No os hablo de cualquier felicidad,
os hablo de la que  nace de compartir con alguien tu tristeza
menos por menos siempre fue más.
Ese alguien tenía un nombre en femenino
y se encontraba a la distancia equivocada.

Ha recorrido 450 km de ida y otros tantos de vuelta para verla.
El mismo tren que vivió
la incertidumbre,  los nervios, la ilusión y la impaciencia de una ida
vive ahora esa mezcla entre felicidad y nostalgia de la vuelta.

Vivir es arriesgar, no queda duda,
y el aposto todo sus ahorros y sus miedos
a un billete de tren con destino a una ciudad,
que solo existía en su mapa desde que apareció ella
Y ahora no puedo evitar tenerle algo de envidia,
pero sana, que no es mas que admiración.

Su madre le decía que qué se le ha perdido allí
cuando a lo que iba era a encontrarse.
Seguro que allí perdió la noción del tiempo
y que ahora ya estará contando las horas para volver a verla.

Me ha mandado una foto con ella
y le queda perfecta para la talla de sus abrazos.
Él no sonríe, nunca lo hace en las fotos,
pero tiene cara de tonto feliz,
y esa es la cara que pone el amor delante de las cámaras.

A ella solo la conozco de foto y de oídas, de muchas oídas,
pero debe ser increíble. Él siempre ha buscando perdonas a su altura.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Se le gasto la pila al reloj,
fue justo en el instante
en que decidimos separarnos,
después de aquello,
para mí no existía el tiempo,
solo pensaba en pasado y
me alimentaba de recuerdos
y créeme,
se pasa mucha hambre.

No sé muy bien
ni cómo ni por qué,
pero apareció ella,
no entiende nada del tiempo
y mucho menos de relojes,
es de esas personas que
la vida la mide en momentos
y del único tic tac
del que se guía,
le late en el pecho.

No tengo ni idea
de que paso,
pero mis latidos,
se han sincronizado
con los suyos
y a día de hoy,
mi reloj, sigue
sin dar la hora
¿Pero que más da?
Si cada instante
es nuestro momento.