miércoles, 10 de septiembre de 2014

Vuelves, como quien nunca se fue
con tu sonrisa de oreja a oreja 
esperando que deje ver la mía...
pero te la llevaste hace tiempo
y has debido olvidar traerla.

Vuelves, con tu:

- "Hola. ¿Qué tal?
  ¿Cómo va todo?"

y esperas que allí este yo,
como antes, como siempre,
como un perro en la puerta 
de un establecimiento 
esperando a su amo...

¿Pero sabes qué?
Se soltó la correa, y no,
no huí, a pesar de que 
otras perras movieron 
el rabo animadamente,
invitándome a jugar 
y pasar un buen rato...

Vuelves, pero ya no acudo a tus silbidos
ni me tienes comiendo de tu mano
dicen que los perros
nunca olvidan el camino a casa
pero esta vez, haré una excepción.

Vuelves...
Pero yo nunca me fui.